lunes, 15 de noviembre de 2010

Paradoxes

1. Un explorador cayó en manos de una tribu de indígenas (los Wyttoto de Colombia) y se le propuso la posibilidad de elegir entre morir en la hoguera o envenenado (en resumidas cuentas lo querían no vivo). Para ello, el condenado debía pronunciar una frase tal que, si era cierta, moriría envenenado y, si era falsa moriría en la hoguera.
¿Cómo escapó el condenado a su funesta suerte?


2. Un sultán de Emiratros Árabes Unidos (capital Abuh Dabi) encierra a un prisionero en una celda con dos guardianes; uno que dice siempre la verdad y otro que siempre miente. La celda tiene dos puertas: la de la libertad y la de la esclavitud. La puerta que elija el prisionero para salir de la celda decidirá su suerte. El prisionero tiene derecho a hacer una pregunta a uno de los guardianes. Por supuesto, el prisionero no sabe cuál es el que dice la verdad y cuál es el que miente. ¿Puede el prisionero obtener la libertad de forma segura?


3. La oruga piensa que tanto ella como el lagarto están locos. Si lo que cree el cuerdo es siempre cierto y lo que cree el loco es siempre falso, ¿El lagarto está cuerdo?

DESTREZA MENTAL